viernes, 4 de junio de 2010

Día de las Americas

Día de las Americas

El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón, sin saberlo, protagonizaba uno de los acontecimientos más importantes de la historia. Tras su llegada a América ya nada fue igual en el mundo. Se abrieron nuevos horizontes para la conquista y colonización de las tierras descubiertas, y las potencias que ganaron los mares ganaron también las tierras. Los historiadores modernos prefieren hablar de “Encuentro de dos Mundos” y no de “Descubrimiento”, por cuanto América también aportó mucho para el crecimiento y desarrollo de Europa.
Biografía
Nació en Génova, Italia, entre el 26 de agosto y el 31 de octubre de 1451.
Sus padres eran tejedores y se llamaban Doménico Colombo y Susana Fontanarrosa.
Se casó en 1477 con Felipa Muñiz de Perestrello, con quien cinco años después tuvo un hijo: Diego Colón.


Forma de la Tierra

Las creencias y supersticiones populares del siglo XV sostenían que la tierra era plana y que descansaba sobre cuatro columnas, cuatro tortugas o cuatro elefantes. Según estas leyendas, luego del Peñón de Gibraltar estaba el llamado "Plus Ultra", el fin del mundo, donde gigantescos monstruos marinos precipitaban las naves al vacío.
Los investigadores, en cambio, sostenían la redondez de la tierra, aunque no se ponían de acuerdo con su tamaño. Debido a eso, Cristóbal Colon se aventuro por el mundo para ver si la tierra era plana y tenía fin.


La llegada de Colón a América no fue casualidad, sino consecuencia de los esfuerzos que se estaban haciendo para reorganizar el comercio Europeo con los países de Oriente.

El plan de Colón buscaba en realidad una ruta más corta para llegar a las Indias, tierras de especias (pimienta, nuez moscada, canela, azúcar y oro.) Colón ideó este plan al darse cuenta de que el comercio de las especies había sido el más afectado por los avances turcos en el Mediterráneo oriental durante el siglo XV.
Cuando el 12 de octubre de 1492, después de 72 días de navegación, el marinero Rodrigo de Triana divisó tierra, comenzó a producirse un acontecimiento que cambió la concepción que se tenía del planeta, y provocó algo que ni siquiera el mismo Cristóbal Colón había imaginado: la unión de dos mundos que hasta entonces no tenían conocimiento el uno del otro.

El encuentro fue enriquecedor para ambos: por un lado, América recibió un gran legado cultural, político y religioso; por otra parte, Europa conoció nuevos productos y abrió sus puertas a un intercambio amplísimo y muy provechoso.

El 12 de octubre de 1892, al celebrarse el cuarto centenario del encuentro de estas dos culturas, un real decreto de doña María Cristina de Habsburgo, firmado en el Monasterio de la Rábida, expresaba la intención de instituir como Fiesta Nacional el aniversario del día en que Colón y sus carabelas llegaron a América.

Años más tarde, reafirmando este propósito, fue instituido el Día de la Raza, para homenajear y afianzar la unión entre aquellos pueblos o países que tienen en común la lengua, el origen, la cultura o la religión, y que gracias a ello se enriquecen mutuamente.

Los indígenas
La violencia y las crueldades llevadas a cabo durante la Colonización tal vez sean innegables, pero el colapso poblacional indígena en el continente no se debe a un acto planificado de exterminio sistemático, más bien fue la consecuencia del impacto de las enfermedades infecciosas (como la viruela y la sarampión) traídas por los conquistadores, para las cuales la población indígena americana no poseía defensas naturales. Y por otra parte en menor medida que las epidemias, también se debió a la brutalidad de la conquista, los conflictos bélicos con algunas culturas (como la Azteca) y las condiciones del régimen de explotación durante la época colonial.

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